La Historia de la Princesa GuerreraVolver al Indice


En los tiempos de los dioses antiguos, jefes militares y reyes...

Nuestra historia se ubica en la época en que los dioses griegos eran adorados por los mortales, una época de mitos y leyendas. En una pequeña villa llamada Amphipolis, habitaba nuestra heroína Xena. Vivía con sus dos hermanos, Toris y Lyceus, y su madre Cyrene. La vida transcurría con tranquilidad, hasta que un día la villa fue atacada por un malvado llamado Cortiz. Su intención era simplemente destruir todo a su alrededor.

Xena decidió que no podían quedarse de brazos cruzados y permitir que Cortiz acabara con todo. Así que convenció a la gente de la villa para que se defendieran. A uno de los que convenció fue a su hermano Lyceus. Ambos tenían el espíritu y la fuerza y lograron detener a Cortiz… pero pagaron un alto precio. Muchos de los habitantes de la villa murieron, incluido Lyceus, el hermano de Xena. Fue un dolor muy grande para Xena la perdida de su hermano menor. Por esto, decidió hacerse de un grupo de hombres para evitar que un ataque como ese volviera a suceder en contra de su villa.

Reclutó a muchos, a medida que iba de villa en villa. Si era necesario tomar la villa por la fuerza, se hacía. Todo para proteger su hogar.

Pero llegó un punto en que las conquistas eran muchas. Xena empezaba disfrutar el poder que tenía en las manos. Simplemente, perdió el control. Quería más, siempre más, y haría lo que fuera necesario para conseguirlo, incluso matar inocentes.

Después de un tiempo, Xena era una guerrera despiadada y temida. "La Destructora de Naciones", "La Princesa Guerrera", eran sólo algunos de los nombres con que era conocida. Aquel que se interpusiera en su camino, podía considerarse muerto.

Pero un día, las cosas cambiaron. Los hombres de Xena atacaban una villa. En ella, un bebe se encontraba indefenso. Xena lo encuentra y evita que sus hombres lo asesinen. Este acto de heroísmo hace que sus soldados pierdan todo el respeto por ella y la traicionan. La golpean de manera salvaje y es abandonada, creyéndola muerta.

Xena es encontrada por Hercules, quien la ayuda y le enseña que el verdadero camino no es el de la muerte y la destrucción. Que ella estaba en el mundo por mucho más. Al salvar al bebe, había demostrado que en el fondo no era una malvada y despiadada guerrera. Se había desviado y ahora necesitaba retomar el camino correcto.

Un día decidió que era hora de abandonar las armas. Mientras las enterraba en un bosque, en un claro cercano se escucharon las voces de gente pidiendo ayuda y también las de unos guerreros. Xena se acercó y se dio cuenta de la situación. Entonces entró y encaró a los soldados. Los sacó de combate a todos. Y así puso a salvo a esas personas. Una de esas personas quedó impresionada por lo que la guerrera había hecho, y en su mente una idea se formaba. El nombre de esa persona era Gabrielle…

Pero esa, es otra historia.