The ReckoningVolver al Indice


Sinópsis

Mientras cabalga junto a un pueblo, Xena oye un grito de socorro, y, dejando a Gabrielle atrás, se adelanta para ver como un misterioso hombre encapuchado masacra a un grupo de granjeros. Xena se interpone y pelea contra el desconocido, observando con sorpresa que él es tan bueno o mejor que ella con la espada y que posee la habilidad de desaparecer a su antojo. Cuando éste la deja, todos han muerto salvo uno de ellos, al que Xena intenta ayudar con poco éxito. Los aldeanos han acudido al oir los gritos y, a sus ojos, una Xena empapada en sangre parece ser la culpable. En principio Xena huye a lomos de Argo cuando los aldeanos la atacan, pero éstos la detienen a ella y a Gabrielle y Xena se da cuenta de que, para huir, tendrá que matar a alguien. Entonces decide entregarse y va a ser sometida a un juicio en el que Gabrielle solicita ser su defensora.

Pese a la bastante brillante defensa de Gabrielle, los aldeanos han decidido que Xena es culpable y, mientras, ella descubre que el guerrero encapuchado no era otro que Ares, dios de la guerra. El propósito de éste fue, desde el principio, hacer parecer culpable a Xena para que ella, antes que ser humillada y ajusticiada por los aldeanos, decidiese volver a ser la Destructora de Naciones. Ares promete a Xena que podrá usar los ejércitos para hacer el bien, si así lo desea, pero ella rehusa. No obstante, independientemente de la falta de pruebas, Xena es declarada culpable. Esa noche, en la celda, un grupo de amigos de los difuntos acude a golpearla y vejarla y Xena, empujada por Ares, por los acontecimientos y por su propia rabia, se suelta y los golpea brutalmente. En ese momento aparece Gabrielle y, al interponerse en su camino, recibe igualmente un fuerte golpe. Al ver el miedo en la cara de su amiga y contemplarla huir, Xena se tranquiliza y ayuda a los aldeanos. Entonces, una vez sola, invoca a Ares y le pregunta si podria darle cualquier soldado para su nuevo ejército. Cuando él, visiblemente contento, le dice que cualquiera, vivo o muerto, Xena acepta su oferta y, una vez en la plaza antes de ser ejecutada, le solicita como soldados a los aldeanos asesinados. Ares, sujeto a su palabra, no puede sino traerlos de vuelta, no sin un toque de admiración ante la hábil maniobra. Las víctimas afirman que Xena intentó salvarlos y no atacarlos y ella queda libre de sospecha. Ares se retira, prometiendo volver, y Xena deja el pueblo con Gabrielle, que , a pesar del golpe, no perdió en ningún momento la fe en su amiga.

(Cris)

Subtexto

Lo más significativo que puede decirse de este episodio es que, pese a lo temprano de la relación entre Xena y Gabrielle, ambas parecen más que dispuestas a morir la una por la otra. Ejemplos de ello hay varios. En la celda en que está encadenada, Xena sólo se preocupa por Gabrielle, insistiéndole en que escape, a lo que esta se niega. Luego, es particularmente intenso el gesto de Gabrielle de ponerse alrededor del cuello la cuerda con que van a arrastrar a Xena para ejecutarla. De nuevo en la celda, vuelven a discutir por ello. Gabrielle parece reñir a Xena por no considerarla a su altura, cuando Xena dice que para ella es diferente, en su rol de proteger a Gabrielle: "¿Por qué? ¿Porque eres una guerrera? La gente normal como yo también se arriesga par salvar a sus amigos. Esta es la primera vez que se llaman mejores amigas, véase la comparación con Marcus en el episodio anterior (05/1:05) The Path Not Taken. Posteriormente, tras ser golpeada en su celda, Xena parece volver a su antigua modalidad de guerrera, y acaba por golpear a Gabrielle. La expresión de esta es de completa traición y horror, pese a que no le hace mucho daño. Además, es esto lo que hace recapacitar a Xena y dejarse capturar de nuevo, diciendo sólo: Gabrielle. Luego, pese a todo Gabrielle vuelve a la celda para intentar rescatarla, y Xena le dice: ¿Cómo has podido volver después de lo que te hice?, y Gabrielle responde: No eras tú quien lo hizo, eso está claro." Entonces, Xena le dice que tiene otro plan mejor y le pide que la deje sola. Gabrielle parece triste ante eso, pero Xena se da cuenta y le dice: Y no pienses que desprecio tu compañía. Me alegra que hayas vuelto, ante lo que Gabrielle reacciona mostrándose alegre de nuevo. (Traducción de TVE, en realidad la primera frase debería ser No pretendía que eso sonase así). En consecuencia, los estados de ánimo de Gabrielle parecen depender de que Xena le haga caso. Para terminar, ya con todo resuelto, el asunto vuelve. Xena le dice a Gabrielle: "Significó mucho para mí que volvieras después de lo que te hice, y Gabrielle responde: Yo confío en ti. Ni por un momento pensé que querías hacerme daño.

(Ignacio Seligra)