Chariots Of WarVolver al Indice


Sinopsis

Durante su viaje, Xena decide adelantarse mientras su joven compañera espera en la posada local. En el camino, se encuentra con un grupo de soldados montados en carros de guerra que estan hostigando a los granjeros locales. Xena los ayuda a derrotar al grupo, pero es herida por una flecha. Darius, uno de los granjeros cuyo hijo ha salvado, decide llevarla a su casa para curarla. En la comunidad, todos han hecho voto de no acudir a la violencia y ello los coloca en la peor posición para enfrentarse a Cycnus, el señor de la guerra que ordena estos ataques bajo la supervision de su hijo Sphaerus, el cual no esta de acuerdo con los métodos de su padre, pero lo obedece, no obstante.

Darius se siente a la vez atraido y repelido por Xena, y desea hacerla abandonar su vida de violencia para que se quede con él y sus hijos. Xena, no obstante, está convencida de que no hay solucion pacífica posible y que la única alternativa es organizar la defensa. Mientras, Gabrielle, sola en la posada, tiene problemas para permanecer sola. A efectos de quitarse de encima a un borracho demasiado cariñoso, Gab finge que su prometido es un guerrero que se encuentra allí. Tras hablar con él un rato, incluso llega a simpatizar con él y a plantearse si no sera el hombre de su vida, pero en cuanto nombra a su padre, este desaparece. Cycnus ordena a Sphaerus que convoque una reunion para negociar la paz con los granjeros, pero la intencion real del encuentro es masacrarlos a todos una vez esten juntos. Sin embargo, Xena, que todavia se encuentra por la zona, impide que los guerreros los maten a todos. Desafortunadamente, su intención es malinterpretada y el pueblo asume que ha saboteado la reunion. Xena decide abandonar de una vez la comunidad y vuelve junto a Gabrielle, que empezaba a estar preocupada. No obstante, Cycnus ha descubierto que Xena esta implicada en el fracaso de su plan y, avisando a Sphaerus de que ella mató a su hermano por la espalda en la batalla de Corinto, ambos parten en sus carros de guerra con la intención de acabar con ella.

Xena se enfrenta a ambos, pero Gabrielle descubre que el desconocido de la posada no es otro que Sphaerus y trata de apelar a la bondad que cree que hay en él. Cycnus trata de recordar a su hijo que Xena mato a su hermano, pero esta revela que en realidad fueron los propios hombres de este los que acabaron con su vida cuando el trató de negociar la paz. Este descubrimiento hace que Spaherus se vuelva contra su padre, pero en lugar de acabar con él, decide rendirse y dejar que Cycnus lo asesine, lo que no ocurre unicamente porque Xena mata al señor de la guerra con su chakram antes de que él acabe con su hijo. Muerto Cycnus, Sphaerus negocia la paz con los campesinos. Darius ofrece a Xena su hogar, pero esta, con cierta tristeza, lo rechaza y continua su camino.

(Cris)

Subtexto

En la primera escena, Gabrielle le está contando a Xena una romántica historia acerca de amantes convertidos en árboles y juntos para siempre. Gabrielle parece empeñada en meter algo de romanticismo en la cínica Xena, que afirma: “Los árboles más fuertes crecen solitarios”, en lo que parece un nuevo intento de resistirse a los encantos de Gabrielle (ver episodio anterior).

Cuando Xena se aleja de Gabrielle, esta no parece muy segura de la solidez de su relación y le grita: “¡No te olvides de mí!”, a lo que Xena responde: “No lo haré.”

Luego, Gabrielle parece querer dar celos a Xena hablándole de su encuentro con Spherus; sin embargo, Xena no le hace mucho caso.

Al final se desarrolla una escena muy emocional, susceptible de múltiples significados. Daryus tienta a Xena con la posibilidad de una nueva vida pacífica junto a él y sus preciosos niños, lo que Xena rechaza. Pero su expresión de duda atormentada es evidente, cuando sale a reunirse con Gabrielle. Entretanto, Daryus y su familia salen a la puerta, como para tentarla de nuevo. Entonces, Xena le pregunta a Gabrielle, mirando alternativamente hacia ella y hacia la familia, dudando de forma muy evidente entre ambos: “¿Echas a veces de menos a tu familia?” Ante esto, Gabrielle le sonríe de forma encantadora y le contesta: “A veces. Pero no tanto cuando estoy contigo.” Xena abandona entonces su expresión de duda atormentada y le devuelve la sonrisa a Gabrielle, con cara de haber tomado una decisión al fin, y las dos se marchan sin mirar atrás.

(Ignacio Seligra)